Justamente en este fin de semana hemos practicado de lleno tal definición. Córdoba, una ciudad con mucha luz y "abierta" a sus visitantes nos ha dejado disfrutar de su fiesta, reconocida como patrimonio de la humanidad, donde hemos disfrutado la vista, de sus gentes y de sus placeres.
Este cartel, anuncia las fiestas de este año... Intentando ser objetivo, sólo puedo decir, "que para fiestas tradicionales lo mejor son carteles tradicionales, por tanto una cordobesa morena tradicional, tendría que haber sido la protagonista de este cartel". Bromas a parte.... este es el cartel , y con muy buen criterio, anuncia todo el festival que Córdoba vive en mayo.
El grupo utilizando varios medios, iniciamos el evento en la Catedral cordobesa.
Cierto es que hubo un poco de fresco y algo de lluvia, pero es que los "Güenos" senderistas son capaces de salvar cualquier dificultad.
Nuestro guión venía, en cierta manera, definido por los pases que previamente habíamos adquirido, la mañana en la zona de la judería y por la tarde en la zona de Santa Marina.
Los patios no son sólo flores, hay rincones con guiños de una historia, que no es lejana y que muchos hemos vivido
El color de las flores es producto no solo del agua, sol y oxígeno, aquí, en los patios, el amor por las plantas culmina con estas estampas que no dejan de invitarnos a contemplar.
Cualquier rincón es ideal para una foto
Una pequeña isla de plantas aromáticas
Cuando salimos de este patio, había un "tiesto" menos, Hay que andar con mil ojos (y mochilas mas pequeñas) para no golpear y tirar las macetas.
Por supuesto también hay tiempo para otros menesteres.
El salmorejo, la tortilla de Bar Santos y alguna cervecilla hicieron salvar la dura espera mientras los dueños de los patios descansaban y tenían cerradas sus casas.
Otra estampa de los patios, ..... Las colas...
Otros patios que también aportan al patrimonio cordobes, los alternativos
Centros, donde movimientos sociales, abren sus puertas y cuya labor es digna de mención.
Tampoco faltaron las galletas, producto típico de nuestras rutas
No solo los patios famosos se colorean para las visitas, Córdoba tienen rincones donde esta práctica es habitual y formalmente no se abre a visitas pero permite, entres sus rejas , ventanas y plazas mostrar todo su esplendor de primavera.
El famoso Cristo de los faroles, bajo un techo que sugería mucha lluvia y que solo hizo acto de presencia para refrescar el día.
Magistral este reportaje fotográfico comentado, es genial y define perfectamente el gran día que pasó el grupo...chapeau!!
ResponderEliminar