Esta semana hemos completado la segunda etapa del camino y además ha coincidido con el segundo intento para hacerla. Las inclemencias del tiempo, en ambas ocasiones, jugaban en contra y en esta ocasión nos hemos lanzado a la piscina (no sólo en el sentido figurado).
Nos presentamos 6 senderistas , los que veis en la foto y el que está tras la cámara
Iniciamos nuestra marcha tras un enérgico desayuno en la villa de Guillena, lugar donde finalizamos la etapa anterior.
Los primeros metros los recorrimos por las calles de este estratégico pueblo.
La lluvia empezó a coquetear por la zona y nos pusimos los atuendos.
El punto oficial de inicio de nuestra salida es el Albergue, cerrado en estas fechas, y desde ahí empezamos a seguir las señales.
El terreno nos obliga a pisar en firme
Su estado , pese a haber llovido sólo la noche, estaba de "esta guisa".
Las señales están, sólo hay que interpretarlas.
En este caso mas que una interpretación es cuestión de necesidad. Es el único punto donde poder abastecerse de agua, hasta que lleguemos a nuestro destino.
Vamos avanzando poco a poco y como dice el poeta "caminante no hay camino.....".
Quizás la primera concha que nos encontramos en esta etapa!! y, a pocos kilómetros...Nuestra meta de esta segunda etapa.
Como en muchas etapas del camino, compartiremos tramos de asfalto. Es importante ir bien identificados y no me refiero a llevar el DNI. Debemos procurarnos identificativos reflectantes para estos trayectos.
Por fin en Castilblanco, Inmortalizados junto al monumento dedicado a Cervantes.
Esta etapa, es de carácter bajo a lo que a dificultad se refiere, pero en las circunstancias que las hemos hecho ,( ¡ojo! practicables pero con dificultad), han hecho que sea algo más dura de lo habitual, pues 18 kilómetros y sin apenas pendiente son, como norma, un paseo.
La próxima Almadén de la Plata,
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